lunes, 12 de septiembre de 2011

LA LEYENDA DE SIGFRIDO (parte 1°)

 Los núcleos originarios de esta leyenda parecen derivar de tradiciones antiquísimas de tipo mitológico, que adquirieron la primera forma literaria en cantos del edda posiblemente creados en los siglos VIII a XI, transmitidos oralmente y luego escritos en los siglos  XII. o  XIII. Esta labor, realizada en Islandia, Groenlandia y Noruega, parece basarse en temas legendarios sobre Sigfrido (Sigurdh en los textos nórdicos), nacidos entre los francos del bajo Rin, y en leyendas burgundias del alto Rin sobre la figura de Gunter, trasunto del histórico Gundakar, rey burgundio que en el año 437 fue vencido por los hunos.





SIGFRIDO;  hijo de la unión prohibida entre dos hermanos (Sigmundo y Siglinda.), hereda de su padre, a quien nunca conoció, una bella espada.  Ésta estaba rota; pero de poder repararse haría que su poseedor no fuera nunca  derrotado en  batalla.
Huérfano Sigfrido, es  criado por Mime, el Nibelungo (enano), quien, a regañadientes, lo cuida  con la esperanza de que algún día, mediante su fuerza y valor, logre matar al dragón Fafnir y tomar  el  tesoro escondido que había sido robado a los Nibelungos por el dios Wotan. (Mime tenía la intención de matar luego a Sigfrido y quedarse con todo el oro.)

Pero cierto día, cuando el joven se hallaba caminando por el bosque, oyó cantar a un pájaro y se dio cuenta de que podía entender su canto . El pájaro le advertía  que Mime trataba de matarlo, explicándole el motivo. Sigfrido no dijo nada de ese encuentro cuando regresó  a la  fragua del enano, tan solo se decidió a aguardar el momento oportuno, vigilante y atento.
 Al poco tiempo, Mime le propuso forjar de nuevo la espada de su padre, y Sigfrido puso manos a la obra con toda su fuerza . Mime entonces  le habló del tesoro de los Nibelungos, tesoro escondido en una profunda caverna y guardado por el dragón dormido Fafnir. Este dragón había sido antes un gigante, y por el poder del Anillo, se había convertido en una criatura enorme y repelente.  El dragón estaba todo el tiempo dormido bajo el perpetuo encanto que le producía soñar con el oro enterrado bajo su cuerpo . (Entre este oro se hallaba el Anillo de los Nibelungos, que tenía enormes  poderes, y que Mime codiciaba más que cualquier otra cosa.)
El enano le dio luego  instrucciones a Sigfrido para que fuera allí y regresara trayéndole  el tesoro . Pero Sigfrido había oído lo suficiente sobre su traición y lo mató con la espada.

Seguidamente el joven  partió a la búsqueda del dragón Fafnir y el pájaro que antes lo había prevenido de la traición de Mime, le condujo ahora hasta la caverna, donde  Sigfrido, blandiendo su espada, y después de una dura lucha mató al dragón, en ese instante  el héroe se dio cuenta de que tenía sangre de éste en la mano, y se la llevó a los labios en un acto reflejo. Fue entonces que oyó cómo el pájaro decía que quien se bañara en la sangre del dragón sería invulnerable a todo. Sigfrido se cubrió  por entero con esa sangre, pero la casualidad hizo que se quedara adherida a su espalda una hoja de tilo, por lo que,  al no poder tocar la sangre del dragón ese punto, quedó como el  único lugar del cuerpo vulnerable
Sigfrido halló el tesoro, pero  solo escogió dos cosas para tomar de él : un casco que lo podía hacer invisible y el Anillo de los Nibelungos, cuyos poderes todavía no comprendía. (aunque en ese momento el pájaro le dijo que quien tomaba el anillo quedaba prisionero de la maldición que éste portaba)
Pero Sigfrido no hizo caso y partió en busca de mas aventuras.....


continuará

No hay comentarios:

Publicar un comentario